jueves, 29 de agosto de 2013

Esposa suiza, ¿Y el esposo Latino?

Queridos lectores, hoy voy a transcribir partes de un correo electrónico, que luego continuó con una llamada muy larga de gran contenido. Hago una crónica de algunas partes. Me encantria ponerlo todo y creo que lo haré en siguientes entradas. Agradezco sinceramente a esta mujer suiza, por iniciar el contacto, por su iniciativa a dialogar sobre este tema, y por la alegria de encontrar alguien más que quiere construir una sociedad mejor.
!Celebrando el encuentro entre culturas!

El mensaje comienza asi:
"Estimadas Señoras BiFam, estimada Fabiola:
he sido cooperante suiza en América latina, una amiga de tu mismo pais, me hizo leer tu blog. Quiero decir que me puse algo molesta con la visión de Suiza que tienen las personas que te escriben. ¿o es tu propia opinión? Yo he vivido el matrimonio desde el otro lado y quiero decirlo y a ver si puedes publicar mi punto de vista."
Ella continua contandome: "Yo me he casaso con un hombre latinoamericano. Me casé luego de un enamoramiento no muy largo pero tampoco corto, era lindo y me hacia conocer la ciudad, el campo, y las costumbres de las personas que nunca hubiera conocido si me quedaba solamente entre cooperantes. Con sus explicaciones descubrí formas tan distintas de pensar y no puedo decir que las entendí todas, pero se me abrió un mundo nuevo que desconocía."
Luego explica cómo su periódo en America Latina se acaba y cuenta detalles sobre las dificultades para vivir bien, con un salario local. Tenian un niño recien nacido y ella decidió que lo mejor era la estabilidad en Suiza, y el esposo aceptó de buen agrado. Les hicieron fiestas y despedidas. Finalmente partieron para Zúrich.

"Desde el dia que llegamos aqui, comenzó a decir que lo discriminaban, que la gente lo miraba mal en las tiendas.Todo era un discurso político: el abuso de los paises ricos a los paies pobres, la altaneria de la gente rubia al inmigrante, es decir los racistas que desde la segunda guerra habian dado paso al neonazismo. No veía las cosas simplemente como algo del mal carácter del vecino de 70 años, todo era un tema para discutir hasta en Naciones Unidas.  Después comenzó a quejarse porque en su país estudiaba en la universidad (no pudo terminar) y aquí no tenia ningun oficio, ni título y eso lo enojaba mucho, que nada de lo que hizo servia aqui en Suiza. Iba a clases de alemán y la profesora le parecia la más tonta, en su pais habian mejores profesores, esta no sabia enseñar, no aprendia, no queria hacer sus deberes y estaba bloqueado, tiraba el libro contra la pared. No queria trabajar en algo como construcción o algo manual, y necesitabamos mucho el dinero porque tenemos un niño".

La esposa suiza cuenta que para su esposo latino, todo era complicado, "la comida era horrible, el sistema de buses estaba mal porque hay pocas paradas. En las gradas del edificio no se podian poner cosas, debian estar libres, pero él dejaba zapatos, el coche del niño, o cajones de cartón con botellas para reciclar, contradiciendo la regla, porque a él, !nadie le dice que hacer en su casa!."

"Yo conseguí trabajo y él se quedaba en la casa y creaba conflictos, Peleas con las vecinas del edificio porque no respetaba horarios de lavado, ni secado. Esperaban a la noche para venir a quejarse. Yo tenia ya mucha vergüenza y ya no queria abrir la puerta. Al final se salia y buscaba sus paisanos en Zúrich y se llevaba al niño todo el dia. No me gustaba porque los niños pequeños no pueden estar de tram en tram visitando adultos, pero él no veia las necesidades del niño, él decia: la pasamos bien juntos. Era imposible razonar. Yo queria que mi hijo esté con otros niños de su edad, en el parque cerca del edificio, que haga la siesta en su cama y no en algun cafe dentro de su carrito."

Esos 5 años de matrimonio, no he escuchado nunca tantas quejas juntas. Mi familia me decía has cambiado, Yo ya no podia ser feliz. Ataques diarios a mi pais y a los suizos, es un ataque indirecto a mi también. En un momento yo pensé: no puedo consolarlo siempre y me concentré en mi trabajo, y eso le daba rabia a él y se ponia celoso, queria que tenganos otro hijo y yo me negaba porque no está bien tener hijos si el matrimonio no marcha."

"Los celos fueron  algo horrible, si yo no queria intimidad era una escena, el no respetaba mi derecho a decir no, solo porque no quiero, imaginaba que yo tenía algo con un colega de trabajo".  Aqui debo decir a los lectores que aunque no hubo violencia,  la descripciñon de las escenas de desconfianza y los reclamos desde una postura machista, fueron para esta esposa suiza muy duros, es tan extenso el tema que no ahondaré en él, lo haré en un futuro. Los dejo con la una de sus frases:" las historias que mi ex-esposo se inventaba para celarme eran tan alocadas, que  me parecia estar dentro de un film"

Me contaba que el esposo latino tuvo una actitud negativa permanente, un rechazo de reglas y normas, siempre criticando y comprando. Nada podía ser mejor que América latina, el amor de la familia, la comida es mejor, las frutas son autenticas, las personas son buenas, las gente es alegre, los amigos son incondicionales, y aún sin dinero se puede ser muy feliz.  Ella decía: "Yo me puse pasiva y escuchaba sin reaccionar, me hice una pared,  yo por mi trabajo de cooperante tenía una idea bastante distinta de la realidad en el sur, alli no está el paraiso, Yo entendí que discutirle no traia nada y no gasté más energía en eso".

También ella me habló de sus sentimientos: "Mire Fabiola, cuando ustedes (refiriendose a la pareja extranjera) se ponen en esa posisición de atacar el pais y la cultura a diario, nos hacen daño, duele y cansa. Imagínate, escuchar que el otro no es feliz cada dia! ¿acaso nos pueden culpar  de no poder ser felices?, eso ya es un esfuerzo individual. No valoran que alguien se  ocupa de pagar el alquiler, el seguro, la comida, la ropa y ahorrar un poquito para emergencias o una salida el fin de semana a pasear a un parque infantil. Llevar un presupuesto es difícil. Trabajando tiempo completo, se termina la jornada agotada  y llegar a la casa por la noche con ganas de cenar algo en calma,  y en lugar de eso, tener que  escuchar que su vida se arruinó en mi pais y por casarse conmigo, duele mucho. Yo ya no podia ni cenar, no me caia bien la comida y muchas veces la cena terminaba en enojo o llanto (el de él), yo no tenia derecho a llorar, mi papel era consolarlo".

"Yo ví que la actitud no cambiaba, también ya teniamos conflictos con mis padres, que veían muy mal que yo lo mantenga, él ni intentaba aprender el idioma y como consecuencia era casi imposible encontrarle trabajo. Enfermó su hermana y sacó dinero de la cuenta y lo mandó sin preguntarme, eso enojó mucho a mis padres y claro que a mi también, pero para él era su familia y yo le decia pero tu hijo y yo somos tu familia y en enero se pagan impuestos,  y ahora me falta ese dinero.  Mis padres me prestaron para los impuestos, y él solo me decia: "ellos son mi familia y si necesitan algo, lo doy,  porque no soy egoista como la gente suiza. Tus padres tienen dinero guardado en el banco, guardan por guardar,  y por ese poquito que nos dan hacen ese escandalo, les voy a devolver cada centavo cuando trabaje!! Son gente mala y egoista!." Atacaba a mis padres y empezaba con el tema de los bacos suizos, los dictadores que pusieron su dinero en Suiza, lavado de dinero y se tornaba otra vez en un tema político-social, no podia ver el punto: él faltó a mi confianza, pareciamos locos".

"Gradualmente  llegó el punto de cambio, hice el tramite y me separñe, no hubo vuelta atrás. Corté de raiz y me  divorcié. Ël sigue viviendo aqui, y ahora todo está tranquilo, pero el divorcio él lo vivió dramático, me dijo cosas terribles, quizo hacerme daño como pudo, me hacia sentir culpable y no queria irse a su pais (aquel pais que era perfecto y maravilloso), tampoco encontraba trabajo aqui. Fue durísimo,  afectó mi salud."

Le pedí a esta esposa suiza que evaluara ahora esta relación, y me dijo que ella pensaba que lo único rescatyable es "su hijo maravilloso". Piensa  que ahora es una persona mucho más fuerte, y  piensa que estas cosas suceden porque las parejas no se preparan. Un matrimonio binacional, requiere preparación no solo en lo burocratico, sino también en lo personal, prepararse psicologicamente para un cambio tan grande de continente y de sistema. Finalmente piensa, que los latinos y latinas podrian poner un poquito más de su parte para la integración a la vida familiar y a la comunidad .  Ella  siente que en la balanza del matrimonio, la pareja extranjera, pone un peso adicional en la pareja suiza. El peso de las "lamentaciones". Sabe que hay esposos latinos que dan todo de sí y el matrimonio triunfa, pero son los menos, conoce pocos matrimonios que hasta hoy duran.

Aquí cierro esta entrada,  convencida de que la conversación me ha permitido ver el mundo del dolor del conyuge suizo(a). Así cumplo mi compromiso de poner al público esta opinión y  a futuro, me comprometo a que en las sesiones de consejeria pondré esta experiencia al servicio de la comunidad.

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